Hoy inspectora de seguridad, Patricia se integró a nuestra empresa en 1996. El inicio fue duro. Graduada como técnico electricista en un mundo de hombres, cumplió sus primeras tareas en el área de detección de hurto. Única mujer en el equipo, hubo quienes la mandaron a cocinar, otros que cuestionaron su capacidad. Cada palabra, cada comentario -no lo ha olvidado-, le daba más y más fuerza. Patricia llegó a liderar un equipo integrado únicamente por varones. Fue la pionera. Hoy, en Seguridad y Medio Ambiente, también es la única mujer; y quienes creyeron que por ello la podrían ablandar, se estrellaron contra una profesional totalmente comprometida con su labor. “Me conocen como ‘la verde’”, sonríe ella.
Miembro del área de Seguridad y Medio Ambiente, lo suyo es inspeccionar en campo las obras que se ejecutan en baja, media o alta tensión. Supervisa al personal a fin de detectar condiciones que pudieron habérsele pasado al supervisor de campo. Cuando eso pasa, estas se corrigen. En caso exista un riesgo inminente, la actividad se paraliza.
El objetivo de Patricia es que el personal tome consciencia. Su mayor satisfacción, encontrar obras en las que se labora según lo establecido.
La firmeza la aprendió en casa. Su padre es electricista y laboró en empresas eléctricas. “En mi época no había todos esos implementos que ahora se usan: casco, guantes, lentes, capucha”, le ha dicho. También, desde chica, que las mujeres no se deben quedar atrás: “Lucha por lo que quieres. No dejes que nadie te pise”.
Está claro que aprendió la lección. Administración de Empresas, eso es lo que además ahora está aprendiendo nuestra inspectora de seguridad, pues tiene un sueño: tener su propia empresa. Ya va en el séptimo ciclo ¿Lo hará realidad? ¿Alguien tiene duda de ello?