“Estoy contenta de trabajar en este proceso, pues colaboramos con una línea estratégica: la eficiencia operativa. Porque todos sabemos que debemos ser eficientes, pero para realmente serlo debemos tener claridad respecto a nuestros procesos y a los roles y responsabilidades que nos competen. No podemos mejorar si no sabemos qué es lo que hacemos y dónde están las fallas, los cuellos de botella, ¡las oportunidades de mejora!”

Madre de un ingeniero industrial de 26 años, Eduardo creció sabiendo que es importante que sus dos padres trabajen. “No solo para aportar a la casa, sino para realizarnos como profesionales; que es una de las expectativas de toda persona”.