“Este es un trabajo intenso, hay que ir a las áreas operativas para entender cómo es que funciona el negocio, porque hay cambios climáticos que -por ejemplo- pueden ocasionar que suban los gastos. La información tiene que estar Ok para ser reportada afuera”

Su labor requiere de tal compromiso, que de lunes a viernes, una vez que inicia sus tareas, prácticamente no ve la luz del día. Su esposo la entiende al 100%, pues también es contador. “Los dos conocemos el trabajo que realizamos y el compromiso que tenemos con nuestras respectivas empresas”. Eso sí, los fines de semana están consagrados a Alexa (5) y Sebastián (3). Si bien aún no conocen nuestras instalaciones, “sí les he enseñado dónde trabajo, el piso donde trabajo, porque muchas veces me han venido a recoger. ¡Se mueren por entrar! Ya habrá oportunidad”.

Trabajar en el sector energético tiene para Kitty un valor especial, pues el hombre al que le debe su nombre fue electricista. Criada por sus abuelos, creció entre cables de diversos grosores que ella ayudaba a envolver en enormes carretes. Hoy, es parte de la multinacional que ha instaurado el Open Power.