Haydée Cerrón

En medio de una densa neblina se asoma el verdor de las Lomas de Amancaes. Este hermoso paisaje natural, ubicado a tan solo 15 minutos de Palacio de Gobierno, tiene en Haydée Cerrón a su incondicional guardiana.

“Una vecina fue atacada por los invasores. La golpearon, le rompieron la cabeza”

Si es así de bravo, ¿por qué continúan? Nadie les paga por esto. Su labor es ad honorem.

No cobramos ni un sol por esto. Lo hacemos porque realmente nos nace. Sabemos que estamos en peligro, pero continuamos porque debemos seguir protegiendo.

¡Por qué!

¡Porque amamos la naturaleza! Porque amamos el medio ambiente. Esto es nuestro pulmón.

Usted se sumergió totalmente en esta labor a raíz de que enviudó.

Se puede decir que sí. Fue un escape ante tanta pena y tristeza. Quedarme sentada en casa como un vegetal más era propicio para las enfermedades; y hacer estas caminatas ayuda a la salud.

Sí, porque a sus 60 años sube y se desplaza como si nada.

Por eso invito a todas las personas a que conozcan Lomas de Amancaes. ¡Vengan a caminar!

Es un lugar bello y está a solo 15 minutos ¡de Palacio de Gobierno!

Es muy bonito, tiene una amplia diversidad de plantas, hay flora y fauna. ¡Somos únicos! Este es un ecosistema frágil, por eso no podemos permitir que desaparezca solo porque quienes están por lanzarse a la alcaldía van a querer ganarse el voto de los invasores. Se perdería una gran extensión de la loma.

En verano esta zona es árida y, el resto del año, reverdece. Ustedes han hecho gradas y un camino a fin de establecer una ruta ecoturística.

Esta ruta la estableció la administración de la alcaldesa Susana Villarán, lo que hemos hecho nosotros es ceñirnos al plano que nos dejaron.

Una consecuencia de su labor es que han logrado entrar al ranking del concurso Latinoamérica Verde.

Sí, y ahora tenemos que viajar a Ecuador para presentar nuestro proyecto.

No tienen dinero para eso.

No tenemos. No contamos con ningún apoyo. Esperamos conseguir alguno para el pasaje y estadía.

De lo contrario, perderán esa oportunidad.

¡Esa gran oportunidad! Porque seguro que ahí habrá muchos inversionistas que querrán apostar por las Lomas de Amancaes.

Un lugar que pese a su belleza y cercanía, no se conoce.

No se conoce. Lomas de Amancaes ha salido del anonimato gracias al grupo que aquí trabaja, a la difusión que estamos haciendo.

Dígame, ¿y en el verano, cuando todo esto se vuelve árido, ustedes se quedan sin chamba?

No. Siempre subimos, porque si no lo hacemos la gente invade. En verano es cuando los invasores procuran apropiarse de más espacios, y como es cuando más agua falta, nosotros la subimos en botellas, en mochilas… Lo hacemos porque así reforestamos las taras, el guarango…

De nuevo: no tienen por qué hacerlo.

Eso dicen (ríe)… Pero nosotros queremos seguir protegiendo esto.

Cuando se estableció con su familia en este asentamiento humano jamás pensó que se terminaría dedicando a esto.

Jamás. Cuando llegamos, mis hijos estaban pequeños y miraban cómo esto se iba poniendo verde; y como conocían Huancayo, extrañaban las zonas verdes y por eso subíamos constantemente. Es bonito tener un área donde uno puede pasar el día. No importa si está lloviendo, no importa si está cubierto por la neblina, ¡a nosotros nos gusta! Si ahora usted se toca la cabeza, va a sentir su cabello mojado por la humedad… Así es acá.

“Loma de Amancaes ha salido del anonimato gracias al grupo que aquí trabaja, a la difusión que estamos haciendo”

Los escolares son sus aliados para evitar que las invasiones tomen más zonas de Lomas de Amancaes.

Los niños son una esponjita que recepciona todo, por eso también estamos haciendo talleres de reciclaje. Con papel, con cartón, con plástico. El objetivo es que empiecen a ver, a valorar la situación, que entiendan por qué es que estamos haciendo esto.

Si le ponen tanto empeño a esto, ¿de qué viven? Tengo entendido que hay vecinas que se han ganado problemas en casa por venir a defender las lomas.

Yo vivo de mi pensión. Mi vecina Juana trabaja de lunes a viernes y viene aquí los fines de semana; mi hija, igual. La señora Trinidad es ama de casa. Así andamos. No tenemos el apoyo de ninguna entidad.

Es un sacrificio.

Lo es. Al comienzo fue duro, la familia no entiende: “¡Pero por qué sigues subiendo a ese cerro! Te vas a caer y romper los huesos”. El otro día le escuché a mi hijo decir que me den una pastilla para que duerma y así esté más en casa” (ríe)…

¿Qué responde cuando le dicen eso?

Que yo cumplo con mis deberes en casa: “Ahí está tu comida, ahí está tu ropa limpia, todo está listo. ¡Adiós!”.