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¿Qué es el hurto de energía?

El hurto de energía es un delito en el cual el infractor realiza conexiones ilegales a la red eléctrica, altera los equipos de medición o interviene en la conexiones de empalme con el fin de evitar el registro del medidor de electricidad. Este delito tiene como consecuencias desde el pago por la energía robada hasta la pena de cárcel para los infractores.
 

En líneas generales, ¿cómo puede afectarte el hurto de energía?

La realización de conexiones ilegales pone en peligro no solo a los infractores sino también a los vecinos de la zona, incrementando la posibilidad de que ocurran incendios así como disminuyendo la calidad y continuidad del servicio al generar sobrecargas y cortes de energía. Por otro lado Enel, al verse obligado a controlar esta actividad ilícita, tiene que invertir parte de sus recursos en esta labor lo que a su vez impide que se destinen estos recursos a otras inversiones para mejorar o extender la calidad de la energía.
 

¿Quiénes cometen esta infracción?

Si bien es cierto que la mayoría de los infractores suelen ser del sector residencial (69%), el grupo con el mayor impacto en términos de energía hurtada es el sector industrial-comercial (63% de la energía recuperada en el año) por tener requerimientos mucho más altos de energía.
 

¿A cuánto ascienden las pérdidas por este delito?

Las pérdidas por el hurto de energía son de 103 millones de soles anuales o el equivalente a 207 GWh; la cantidad de energía necesaria para alimentar a los distritos de San Juan de Lurigancho, Lima Cercado, San Martín de Porres, Callao y Comas por un mes o el distrito de San Miguel por un año. En los últimos 5 años Enel Perú ha tenido una pérdida aproximada a 490 millones de soles por este delito.
 

Riesgos eléctricos presentados por el hurto de energía

Esta actividad no solo afecta directamente a la calidad del servicio de los clientes de la concesión sino que presenta diversos riesgos, tanto para los infractores como para las personas a su alrededor.

  • Choque eléctrico: la manipulación de la red por personas sin experiencia ni la protección adecuada puede resultar en un choque eléctrico que a su vez puede provocar lesiones que van desde quemaduras hasta la pérdida de la vida.
  • Cortes de energía: debido a que esta actividad sobrecarga el suministro eléctrico es posible que se provoquen cortes de energía en la zona, afectando la continuidad del servicio.
  • Genera inseguridad: los constantes apagones y la pérdida de la calidad del suministro crea un ambiente poco seguro para los peatones.
  • Incendios: puede provocar cortos circuitos en aparatos electrodomésticos provocando incendios que ponen en riesgo la integridad de los vecinos.
  • Peligro por inundación: las redes y medidores manipulados pueden convertirse en un peligro para todos en casos de fenómenos climáticos como lluvias intensas o inundaciones que pueden afectar las redes expuestas.