Giuliana Huamán

A los 25 años, cuando creía haber alcanzado sus sueños, descubrió que no era feliz. Fue entonces que decidió crear una Startup. Fracasó. Se volvió a levantar y se convirtió en una difusora de lo que las peruanas son capaces de hacer.

Published on viernes, 22 marzo 2019

“Empoderatec tiene la misión de visibilizar el trabajo de las mujeres en el mundo de la tecnología, ciencia e innovación”

¿Por qué dio ese cambio radical en su vida?

Porque estaba en la oficina, en el lugar que ‘yo quería’, rodeada de todo lo que ‘yo quería’, con el novio perfecto -¡nos íbamos a casar!-, pero miraba todo y nada me llenaba.

¿Conversó con alguien sobre eso?

Con mi novio, él era mi mejor amigo. No terminamos mal, entendió que no me sentía bien. Fue mi gran compañero.

Necesitaba encontrarse con sí misma. 

Necesitaba hacer algo con mi vida y decidí dejarlo todo. Había comenzado a hacer una consultoría para el Banco Mundial que me iba a tener tres meses viajando por todo el país, así que decidí comunicar mi decisión a mis padres después del viaje, pero a los pocos días me accidenté (la atropelló una moto). Por eso siempre digo: nunca sabes lo que la vida te va a poner en el camino.

Hoy lidera Empoderatec, un espacio que promueve el interés de las mujeres por las ciencias, tecnología o innovación, gracias al ejemplo de peruanas que destacan en rubros que se creen solo es para hombres.

Empoderatec tiene la misión de visibilizar el trabajo de las mujeres en el mundo de la tecnología, ciencia e innovación. ¿Por qué? Porque tras mi accidente alguien me invitó a ingresar a ese mundo, que me era totalmente ajeno, y empecé a entender cosas: que existe un mundo paralelo al nuestro, en el que gracias a la tecnología y la innovación se están haciendo cosas que marcarán el futuro de nuestro país y del mundo. O sea, si alguien me hubiera presentado la nanotecnología cuando estaba en el colegio, ¡no habría estudiado administración! Si hubiera sabido que yo podía programar mis propios videojuegos y convertirme en desarrolladora… ¿Sabes cuánto gana un desarrollador, aquí, trabajando para el exterior? ¡Diez mil dólares! Un desarrollador que programa desde su casa ¡para una empresa en Estados Unidos!

Se cree que quien tiene más facilidad para desarrollarse en tecnología, ciencias o números, es el hombre.

Claro, es que al niño le das un carro a control remoto y, a mí, una muñeca. O sea, a él le despiertas la curiosidad…

A él lo invitan al movimiento y, a ella, a que esté en casa.

¡Exacto! Al niño, a diferencia de la niña, lo preparan para que tenga ciertas habilidades. De ahí su tendencia a arreglar, a desarmar…

“Una mamá me contó que su hija había empezado a trabajar en desarrollo digital y le encantaba, pero su esposo decía que eso no era para mujeres”

Es por eso que Empoderatec divulga casos que también puedan inspirar a las niñas. ¿Ya hay resultados?

Sí. Por ejemplo, el caso de una niña que vio el video que hicimos de Mónica Abarca, una ingeniera mecatrónica que crea y fabrica drones, y le pidió a su mamá buscar dónde estudiar ciencias. Ahora es alumna en MaCTec (la Miniacademia de Ciencia y Tecnología) y me envió un video diciéndome: “Yo quiero ser como Mónica ¡e ir a la NASA!”. Fue uno de los primeros videos que recibí, y nos demostró que íbamos por buen camino. Este año, Empoderatec va a migrar a un programa de desarrollo de habilidades blandas, porque lo que comenzó a pasar con tanta inspiración (a través de sus videos), es que luego las chicas no sabían cómo decirles a sus papás que se querían cambiar de carrera. Me decían: “Tengo miedo, dicen que una mujer emprendedora es poco femenina”. Una mamá me contó que su hija había empezado a trabajar en desarrollo digital y le encantaba, pero su esposo decía que eso no era para mujeres. Por eso, nuestros videos cuentan las historias detrás de cada emprendimiento, para que también se sepa cómo son ellas como mujeres, madres, amigas, hijas… Mostramos su lado humano y cómo lideran grandes cambios.

Son personas que trabajan duro.

Si eres emprendedor, no creas que vas a tener una relación normal de pareja. No. Tú vas a tener que encontrar a una persona que te quiera acompañar en ese proceso.

Su labor ha evidenciado que aquí cada vez hay más mujeres en el mundo de la tecnología.

Sí, aunque estamos por debajo de otros lugares. El mundo de la tecnología aún es muy masculino, por eso pedimos oportunidades no solo en temas menores. “¿Las mujeres quieren entrar en tecnología? Ok, ustedes van a ponerle color a las páginas web”. Nosotras podemos hacer más que eso. Por ello voy a iniciar un viaje por los países más importantes en innovación, quiero conocer esos mercados in situ. Debo regresar a mediados de año, espero traer a mentoras para conectarlas con emprendedoras locales. Voy a hacer una gran startup, porque después que me fui a la quiebra perdí confianza en mi talento.

Es cierto, inició una startup en la que lo invirtió todo y fracasó. ¿Qué aprendió de ello?

¡Uf! Ahora ya sé todo lo que no tengo que hacer (ríe)… También aprendí que, emocionalmente, fui capaz de vivir después de eso.

¿También aprendió que siempre hay alguien que nos dará la mano?

¡Siempre! Pero para eso hay que pedir ayuda, de lo contrario no aparecerá. Volviendo a lo anterior, a cómo me afectó el fracaso, quiero decir que por eso fue tan importante haber ganado el concurso de innovación del MIT (el Instituto Tecnológico de Massachusetts). Eso me devolvió la confianza, porque no me lo estaba diciendo mi mamá o un terapeuta, sino el mejor centro de tecnología del mundo: “Hey, eres buena. ¡Créetela! Le acabas de ganar a todos esos que también son buenos”. Por eso, hay que atreverse. ¡Siempre!